martes, 25 de septiembre de 2012

Un amor difícil (Capitulo 3)


Se abrió la puerta y en ese momento iba a estallar a gritos y preguntas pero le vi la cara y no dije nada, espere a que entrase del todo a la habitación y se plantara delante de mi. Me puse en pie y entonces me saque el collar del bolsillo.
-¿Qué significa esto?- Le dije con un tono algo más alto de lo habitual.

-Un collar, ¿no lo ves?- Me contestó soltando una carcajada y mirándome desafiante.

-Ya sé que es un collar y también sé que me lo dejaste tú en la habitación, ¿no me lo podías dar en persona o es que eres demasiado orgulloso?- Entonces la que puso la mirada desafiante fui yo mientras que pude observar como cambiaba su cara.

-¿Cómo diablos sabes que yo deje ese collar ahí? ¿Ahora sabes hacer más trucos de brujería?- Y comenzó a acercarse cada vez más a mí, mientras yo me mantenía tranquila e intentaba sonsacarle más.

-No, pero resulta que tengo mis fuentes. En serio Ian, ¿tanto te costaba?- Me di la vuelta para salir de la habitación cuando él se me puso en medio.

-Kate sabes que no es tan fácil, no puedo hacer esto.- Al escuchar esto me moleste y cerré la puerta sin darme cuenta.

-Claro que no puedes, todavía sigues enamorado de Eva, es eso ¿verdad?, pues deja de jugar conmigo Ian- Entonces me cogió de las mano tan fuerte que no pude soltarme para poder irme.

-No es eso y lo sabes Kate, no es eso. Pero no puedo, es que eres…- Y entonces me besó.
Volvió a juntar sus labios con los míos y yo no le paré. Me tumbó en la cama y me miro fijamente a los ojos, en ese momento me di cuenta de que su miraba era una miraba de “nunca quiero perderte”, entonces me empezó a acariciar la cara lentamente mientras yo le acariciaba la espalda, comenzó a besarme y yo  le seguí, le desabroche la camisa y metí mis manos debajo de ella para poder acariciarle mejor la espalda y también el pecho, no quería dejarme ni un milímetro de su perfecto cuerpo mientras que él seguía besándome sin parar, y cuando él estaba apunto de quitarme la camiseta fue cuando escuchamos un ruido abajo, y no era un ruido cualquiera, era el ruido de una estantería rompiéndose…

2 comentarios:

  1. me encanta como escribes y creo que ya te lo he dicho muchas veces. Espero que sigas con esta historia y con esta gran imaginación que tienes y no todas las personas pueden explotar y ser capaces de crear cosas así de buenas y como yo dijo que te enganchen de tal forma que hagan imaginarte con todo detalle.
    Tu amiga que te quiere.

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  2. http://nosegurosnoconfiar.blogspot.com.es/2012/09/la-huida.html

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