Me levanto
de la cama y me dirijo al baño, tengo muchísima sed así que me bebo tres vasos
seguidos de agua pero no se me pasa. Intento arreglarme un poco el pelo porque
ya estoy bastante nerviosa pensando que ahora me voy a tener que enfrentar a
los hermanos Solecio y sabía que no iba a salir viva de ahí.
Cuando bajo
a la cocina veo que efectivamente están los dos esperándome pero además con
refuerzos, están también Cadee, Eva, Bianca y Alec. Me dirijo a la nevera para
coger un poco de zumo porque sigo teniendo mucha sed pero en ese momento Ian se
mete por medio y me hace un gesto para que me siente en la silla que estaba
libre. Me siento y comienza la lluvia de preguntas por parte de Ian, Paul y
Cadee. Intento explicarles que no puedo decirles nada porque algo me lo impide,
que yo quiero decírselo con todas mis fuerzas pero no puedo.
Bianca
intenta un hechizo para ver si así consigue que pueda hablar pero no funciona.
Me estoy poniendo demasiado nerviosa y sé que eso no es bueno, comienzo a
sentir esa sensación como la de hace días. Mientras que Bianca está intentando
averiguar que hechizo utilizar, Ian tiene una idea que le comenta a Alec, por
lo que puedo ver en su cara a este no le gusta pero Ian la va a llevar a cabo
de todas formas… Coge un cuchillo y le hace un pequeño corte a Alec en la mano,
al instante me tenso y ya estoy al lado de Alec cogiéndole la mano. Todos se
levantan de la mesa e intentan apartarme de él pero por algún motivo no pueden
acercarse, estoy tan concentrada en que no pasen que es como si hubiese creado
una barrera por lo que le oigo decir a Bianca porque no puedo quitar la
atención de la mano de Alec. De repente escucho a Ian: “Kate aléjate de él, no
hagas ninguna tontería sabes que no quieres hacerlo”. En ese momento levanto la
vista y puedo ver la cara de terror de Eva mirándome desde la otra parte de la
cocina, al ver esto suelto la mano de Alec y veo que Paul se acerca a mí porque
ya no hay ninguna barrera, me coge por los hombros y me aparta de él.
Una vez que
Alec tiene la mano curada vuelvo a la cocina llorando y preguntando: “¿Qué
diablos me esta pasando?”. Ian se acerca a mi y me abraza, entonces yo exploto
en sollozos, los cuales tardan un rato en cesar. Una vez que han parado le pido
a Alec que me cuente esa historia que empezó el otro día en clase y para mi
sorpresa comienza a contarla Paul: “Como ya sabes la historia sucedió en 1897
aquí en Strange Falls. Ian y yo todavía vivíamos aquí y conocimos a una chica
llamada Ashley Vanderbilt tu antepasada como bien sabes. Era una chica muy
dulce y amable, siempre intentaba complacer a todo el mundo hasta que un día
cambió, de la noche a la mañana ya no era la misma chica, no hablaba con la
gente y cuando lo hacia era muy seca. Comenzó a acudir a los combates que se
celebraban por las noches y allí pudimos ver que había conocido a alguien…”
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