Desperté.
No reconocía la habitación donde estaba, sólo podía oler ese perfume de Ian
pero no había nadie conmigo. Me levanté, escuché sus voces y me dirigí hacia
allí.
Sólo
estaban Ian y Bianca en la cocina, como siempre discutiendo. A Ian le encanta
meterse con Bianca y ella siempre entra al trapo. Cuando entré Bianca se alegró
y me dio un abrazo, Ian por el contrario sólo me dijo hola y se fue. Yo lo
primero que hice fue preguntarle a Bianca que cuanto tiempo había estado
inconsciente, ya que recuerdo que era de mañana cuando me desmaye y ya era de
noche, Bianca me dijo que había estado unas 13 o 14 horas inconsciente en la
cama.
Preparamos
la cena y después fuimos a ver la televisión. Entonces vinieron Paul y Eva a
ver como estaba y a quedarse un rato, pero Ian no apareció en toda la noche.
Al
día siguiente me levanté y me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, vi
que Eva no estaba en casa porque ya estaba su taza en el fregadero. Abrí la
nevera para pasar el zumo cuando me di cuenta que Ian estaba al otro lado de la
mesa. Lo primero que se me ocurrió fue pasar de él, pero a los dos minutos no
pude contenerme y le pregunte: “¿Dónde diablos estabas?”, lo único que me
contestó fue: “No te preocupes, ahora sólo desayuna”. Me enfade tanto lo único
que quería era irme de allí pero no pude porque en ese momento entro Cadee
corriendo hacía a mi para abrazarme y ver como estaba. Entonces vi como me miraba Ian, me miraba
preocupado y eso me preocupo a mí.
Me
vestí y a continuación Cadee y yo nos dirigimos al instituto. Al llegar estaban
Bianca y Eva esperándonos en la puerta. Al entrar en clase de Historia pudimos
ver que alguien acompañaba al profesor, esa persona nos iba a dar una charla y
no dejaba de mirarnos. Al comenzar su charla algo me llamo la atención, estaba
hablando de lo que me había ocurrido el día anterior…
Mientras
me encontraba agotada intentando recuperarme lo antes posible, pude visualizar
un recuerdo de hacia un año, cuando todavía nada había cambiado.
Eva,
Bianca y yo nos encontrábamos en nuestro sitio de reunión habitual y favorito,
el Rose Grill, esperando a Cadee, que siempre llegaba tarde. Cadee
era la jefa de animadoras en el instituto, siempre le había gustado mandar
desde que la conocíamos. Es una chica guapa, delgada, de estatura media, rubia
y con unos ojos verdes preciosos, al igual que su piel que era bastante blanca.
Bianca era la más desconfiada de todas
nosotras, ya que hubo una persona muy importante para ella que la “traiciono”.
Tiene una sonrisa blanca preciosa, también es delgada, como todas ya que Cadee
nos mete mucha caña y nos gusta cuidarnos, y es un poco más alta que yo. Tiene
un pelo negro, rizado precioso y unos ojos marrón-verdoso intensos.
Eva, mi prima, es muy guapa tiene un pelo
castaño precioso y unos ojos marrones muy dulces. Tiene algunos rasgos europeos
como yo, y una piel blanca preciosa. Es un poquito más alta que nosotras y es la más sensible al igual que es la más
amable de todas nosotras.
Cuando por fin llegó Cadee nos fuimos de
compras y luego a nuestra casa, ya que esa noche era “noche de chicas”.
Mi recuerdo comenzaba ha hacerse borroso y
pude escuchar a Paul e Ian discutir por algo, pero no pude averiguar por qué,
sólo sé que tiene que ver con lo que me ha ocurrido y algo que vieron ellos
hace mucho años, en 1897…
Cuando
pude darme cuenta se habían abierto todas las ventanas de golpe, no lo había
hecho apropósito pero sucedió, fui capaz de abrir todas las ventanas y sin
concentrarme en ellas…Eso significaba que ahora mi magia era activa, ¿pero por
qué? En ese momento sentí como me desvanecía.
Ian
lo único que hizo fue quedarse ami lado, aunque yo no volvía en sí, Bianca le
había dicho que iba a tardar en recuperarme porque esta vez había usado
demasiada magia e incontrolada y eso había podido con mis fuerzas.
Bianca
no encontraba ninguna explicación, al igual que los demás. Paul recordó haber
oído hablar de algo parecido a lo que pasaba a mí, mejor dicho él lo había
visto al igual que Ian. Pero esto que me estaba sucediendo lo vieron en 1897 y
ellos no sabían porque ocurría. Paul entonces se acordó del rostro que tenia la
chica a la que le había ocurrido y era exactamente igual que el mío, en ese
momento lo único que dijo fue: “no puede ser, Kate no es una Waverley, es una
Vanderbilt”, entonces Ian giró su cara hacia su hermano y se estremeció…